Friday, December 22, 2006

Sorrow

La mirada perdida. Ni lejos, ni cerca, sino ausentes. Sin vida ya. Hasta el dolor se había acabado. Perdido también en algún rincón de las entrañas.
Vacío.
Su corazón solo marcaba el compás del camino hacia su muerte. Pero la muerte yacía allí, dentro de ella. Estaba muerta en vida.
Sin bocado. No hay alimento para los seres repugnantes. El mismo alimento se hacía repugnante al rozar sus labios. Por eso nadie jamás se le acercó. Por eso él jamás lo hizo. Sus labios, sus manos, su abdomen, todo era absolutamente repugnante.
Sus movimientos, otrora femeninos, eran ahora los de una máquina, ausentes, comandados, mecánicos...
Se había abandonado. Seguía una rutina impuesta cuando aún esperaba, cuando aún lo esperaba... Mas carecía de sentido.

Todo... Todo lo que yo he hecho es por ti. Por mí. Todo lo que he hecho... por nada. Nosotros somos nada.

Morir. Ser fuerte, resistir. Morir. De todas formas estaba muerta. Pero debía seguir. ¿Por qué? Ella no lo sabía. Por ahora, morir era su plan. Morir un tiempo, esconderse, desvanecer...
Sentía el cansancio en cada milímetro de su cuerpo. El cansancio causado por el esfuerzo en vano, por la falta de energía... Su respirar era pausado. Su corazón latía cada vez más lento. No se recuperaba, pero seguía. Todo por él.

Por nada.

Y nadie lo sospechaba. Ella reía, ella salía, ella comía, ella hablaba, ella era sana.

Pero estaba muerta.


No comments: